Página oficial del juego.
El pasado lunes probé este curioso y entretenido juego. Cada jugador lleva un robot (figura diferenciada incluida, con el más puro espíritu del monopoly), y recibe unas cartas para crear una secuencia de comandos en la programación del robot, que determinarán sus acciones de movimiento. El objetivo es ser el primero en conseguir unas banderas, y las dificultades nos las encontramos en el tablero de juego (con cintas transportadores, lásers, paredes…), y en nuestros propios compañeros, cuyos robots no dudarán en freírnos con sus laseres, o en echarnos del tablero de juego.
Su gran baza y a la vez su gran defecto es su aleatoriedad, pero aún así, deja lugar para la planificación (aunque luego se te pueda ir todo al traste), y particularmente, a mí el caos del juego me encanta.
Puntuación: 7 /10.